lunes, 11 de junio de 2012

El negociado de las AFP

Para las trabajadoras y trabajadores, mucho más preocupante que ver llorar a otros por autos de lujo, es conocer el verdadero estado del régimen previsional implantado en 1980, que implica nuestra propia vida y la de nuestras familias.
Esta realidad no se difunde por TV.
Sobre ello, reproducimos un artículo del investigador Patricio Guzmán.

Las AFP quieren aumentar la edad de jubilación o incrementar las cotizaciones

Entre abril y septiembre del 2011, los Fondos de Pensiones perdieron más de 25 mil millones de dólares, cerca de la mitad del presupuesto de Chile en 2011.

La solución de las Administradoras de AFP a un sistema cuyo fracaso se prevé es aumentar la edad de jubilación o incrementar las cotizaciones.

En una propuesta rayana en la desfachatez, la asociación de AFP pidió al gobierno subir el monto de las cotizaciones de los afiliados, o la alternativa de aumentar la edad de jubilación.

Joaquín Cortéz, presidente de la AFP Provida, declaró en una entrevista al diario La Tercera del 6 de noviembre: "Obviamente que aumentar el porcentaje de cotización o aumentar la edad de jubilación es algo que a nadie le va a gustar, pero la alternativa es reducir las pensiones. Esto hace que esta decisión debe sopesarse políticamente. Desde mi punto de vista, como lo que está aumentando es la longevidad, me inclinaría, por consideraciones pedagógicas, a aumentar la edad legal de jubilación".

O sea nos quieren sacar más dinero de manera forzosa por más tiempo. Así mucha gente después de una vida de trabajo simplemente se morirá poco después de jubilarse, si no antes, y no tendrán que cobrar jubilaciones.

El sistema de AFP no sirve a los trabajadores

Para los trabajadores las AFP son un pésimo negocio. Las pensiones del sistema AFP paga actualmente algo más de 900 mil pensiones con un promedio de 8 UF (unos 176 mil pesos) mensuales, y esto después de un ciclo de alto crecimiento de la economía nacional y mundial, apertura de la cuenta de capitales y la privatización de empresas públicas. Las altas rentabilidades bursátiles no se volverán a repetir en los próximos años, enfrentaremos un ciclo de volatilidad. Lo más probable es que las pensiones promedio bajen en los próximos años.
La Seguridad Social, basada en el principio de solidaridad de trabajadores activos e inactivos (INP), y el carácter tripartito de aportes de los trabajadores activos, las empresas y el estado, fue destruida y reemplazada por el sistema de capitalización individual de las AFP. Actualmente las pensiones del INP son tres y cuatro veces superiores a las de las AFP y éstas son inferiores al 40% de la última remuneración de los trabajadores.

Los grandes ganadores de este sistema, han sido las propias administradoras que cobran una alta proporción (cercana al 20%) de las cotizaciones de los trabajadores que administran, independientemente de si estos ganan o pierden dinero, y sobre todo los grandes grupos económico-financieros que las controlan, y han usado los fondos como herramientas de control y apalancamiento en las grandes empresas. Una de las cosas que explica la creciente concentración de la riqueza, y el florecimiento de los oligopolios, en Chile es el control que tienen sobre una masa creciente de ahorro previsional cuyo acumulado ya supera el producto anual del país.

Nos aproximamos al momento en que una generación completa, que ha cotizado su vida laboral en las AFP, llega a pensionarse. El momento de la dura verdad, pensiones muy bajas en su mayoría, y una gran proporción de pensiones mínimas que tendrán que ser cubiertas por el estado, sin contrapartida de ingresos para esta finalidad. Lo que puede crear un problema de déficit fiscal. Las pérdidas de los fondos de pensiones en la especulación de títulos de renta variable y malas inversiones agrava el panorama.

Fuertes pérdidas de las AFP en 2011

Entre abril y septiembre del 2011, los Fondos de Pensiones perdieron más de 25 mil millones de dólares, suma cercana a la mitad del Presupuesto de Chile del 2011 y que equivale a más del 17% de los fondos totales acumulados.
En el año 2011 los fondos de los trabajadores acumulados forzosamente en las AFP, han sufrido fuertes pérdidas, que se deben no solamente a la volatilidad de los mercados de valores en el exterior, sino también a las inversiones de las AFP en empresas en Chile. Esto además de derivar en enormes perjuicios para las rentabilidades de las pensiones, han mostrado que los Fondos de Pensiones privatizados no sólo imponen valores de administración muy caros, e independientes de la utilidad o pérdida de los afiliados, también hay que cuestionar sus decisiones a la hora de invertir. Los trabajadores que en teoría son los dueños de los dineros depositados no podemos ejercer ningún control sobre el destino de los dineros, grandes grupos financieros controlan las AFP y usan sus fondos para ejercer control y financiar empresas, y las instituciones que en teoría supervisan se han mostrado inadecuadas.

Malas inversiones

La Polar es el caso más conocido, de malas inversiones y pérdidas de las administradoras, ahora sabemos que la empresa tenía pérdidas de 100 millones de dólares durante los últimos 10 años. Los representantes de las AFP, se sentaban en el Directorio, había señales que hubieran debido advertirles que las cosas iban mal, sin embargo incluso cuando ya se había destapado el escándalo, algunas AFP siguieron prestando dinero a La Polar. Algunos han visto en esto maniobras de triangulación para traspasar pérdidas de bancos a los afiliados. En La Polar, de acuerdo con la prensa especializada, las AFP poseían en mayo el 25% de la propiedad, porcentaje que alcanzaba unos US$ 328 millones, pero que hoy se ha reducido hasta poco más de US$ 50 millones, producto del desplome de 84% de la acción y en menor grado por la desinversión en particular de Capital. Hoy mantienen un 17,7% de la propiedad.
Otro caso importante es el de la Compañía Sudamericana de Vapores, con graves problemas de solvencia, y que ha estado al borde de la quiebra. A pesar del impacto de la crisis global de 2008 sobre la empresa naviera, las AFP siguieron invirtiendo en ella. Contra toda lógica de rentabilidad de los fondos, entre enero de 2008 y diciembre de 2010, las AFP incrementaron su propiedad desde un 10,5% hasta un 22,2%, tras participar en la serie de aumentos de capital que realizó Sudamericana de Vapores para enfrentar su mala situación financiera. El porcentaje en la propiedad que mantienen las AFP ha bajado desde el 27,8% en junio de 2011 al 17,4%, afortunadamente no participaron del último aumento de capital, ya que la compañía necesita US$ 1.200 millones adicionales y está en un proceso de reestructuración del negocio.

Un tercer caso es el de Supermercados del Sur, cuestionada por incumplimiento financiero en bonos y un crédito sindicado con bancos. Esta compañía, que ahora está bajo supervisión in situ de la Superintendencia de valores y Seguros, SVS, pertenece al fondo Southern Cross (el mismo de La Polar), los principales fondos de pensiones inversores eran las AFP Provida, Cuprum y Capital con un 30,58% en total, mientras que Planvital lo hacía en un 3,67%.
También se han objetado las inversiones de las AFP en Empresas Navieras, que es la matriz de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI), está última presentó pérdidas por US$ 24,7 millones en el primer semestre de 2011. Las AFP poseían alrededor de 13 millones de dólares en 2009, pero en 2010 había escalado a 29 millones de dólares. Las pérdidas en este caso todavía no se han trasparentado, y la acción de la empresa matriz, incluso ha subido de precio.


Falta de transparencia en la política de inversiones
A lo anterior se suma la falta de transparencia. Hay un desfase de cuatro meses en la entrega de información de las inversiones a las carteras individuales, la normativa lo marca así. No vemos ninguna razón válida para que esta información no sea pública de inmediato.










viernes, 11 de mayo de 2012

Sobre el grupo que hoy controla la CUT.

SOBRE EL GRUPO QUE HOY MANEJA LA CUT.

A continuación, un interesante artículo de Juan Pablo Cárdenas, premio nacional de periodismo, quien fue director de la revista “Análisis”, realizando, especialmente durante los años 80, una valiente defensa de los trabajadores.
Precisamente por eso, hoy tiene cerradas las puertas de los grandes medios de comunicación (diarios y TV),
que ya sabemos al servicio de quiénes están.

Los problemas sólo se pueden superar conociéndolos y enfrentándolos.
Frente a los vicios de algunos, con mayor razón debemos potenciar nuestras propias capacidades, ganar conciencia de nuestros derechos,
cuidando y participando de nuestras organizaciones sindicales de base. 

“El ocaso de la CUT”.
Por Juan Pablo Cárdenas
(Premio Nacional de Periodismo).

La corrupción de la política tiene su correlato en la descomposición de nuestros referentes sindicales. La misma forma en que se toman decisiones en los partidos y la falta de representatividad de los mismos se reproduce en la Central Unitaria de Trabajadores y otras mínimas expresiones de los trabajadores chilenos. Lo primero que se debe consignar es que en más de dos décadas de post dictadura, los índices de sindicalización en nuestro país apenas superan el 15 por ciento de la masa laboral. Esto es, que de los 5 millones de trabajadores, menos de 800 mil pertenecen a alguna agrupación sindical. Al mismo tiempo que un porcentaje ínfimo de sindicatos está afiliada a la CUT, entidad que ya no tiene nada de unitaria, ni ejerce liderazgo importante según lo evidencian, incluso, sus paupérrimas convocatorias para conmemorar el Primero de Mayo.
   Si no fuera por la presencia en éstas de los estudiantes, medioambientalistas y luchadores por los Derechos Humanos, lo cierto es que la concurrencia laboral a las mismas resultaría aún más bochornosa, en medio de un clima nacional marcado por las movilizaciones sociales, cada vez más masivas y extendidas por todo nuestro territorio.
   La CUT es una entidad que le ha resultado muy conveniente a los gobiernos de la Concertación como, también, al actual. Para cada uno de los ministros de Hacienda ha resultado cómodo tener interlocución con dirigentes completamente ilegitimados dentro del mundo laboral y sin capacidad de ejercer presión real para imponer las justas aspiraciones, derivadas de una estrategia política y económica que fomenta el salario paupérrimo, el empleo precario y las colusiones de la clase patronal.
   La negociación anual respecto del salario mínimo se ha constituido en un trámite cada vez más ignominioso para la dignidad de los trabajadores, quienes en cada oportunidad deben comprobar la distancia existente entre el reajuste que solicitan y el que resulta de la imposición de las autoridades, la decisión de los partidos y los acuerdos parlamentarios.
   En el país donde las diferencias salariales son las más pronunciadas del mundo, nuestros representantes sindicales vienen perpetuándose en sus directivas, como lo está la camarilla de dirigentes de la CUT y de otras organizaciones, gracias al arreglo cupular y las cuotas de poder que les asignan los comisarios políticos e infectan sus resoluciones y renuncios.
   Personajes todos que, sin rubor alguno, administran la alcancía sindical en viajes, suculentos almuerzos y viáticos, tanto que para nadie resulta ya un misterio que los fondos que manejan son el resultado de asignaciones de los gastos reservados del Ejecutivo, como de los sobornos empresariales abiertos o disfrazados que premian su buena conducta y “espíritu patriótico” en consentir siempre reajustes que consolidan el deterioro del poder adquisitivo de la mayoría de los chilenos, especialmente de los más pobres. En esto es que tiene base, seguramente, el reciente acuerdo de “cuello y corbata” entre la CUT y la confederación patronal de la producción y del Comercio (CPC), en que unos y otros han manifestado un conjunto de “voluntades comunes”.
   Cuando se reconoce que el sindicalismo chileno vive en estado de crisis es por la incapacidad demostrada por los dirigentes dignos y limpios para imponerse a las maquinarias electorales de sus organizaciones, donde la cupularidad y el autoritarismo es todavía más escandaloso que el que campea en los propios partidos políticos.    
   Mientras que en los verdaderos regímenes democráticos, los procesos eleccionarios de los sindicatos y otras instancias sociales es reglamentada por ley y vigilada por las autoridades y la prensa, aquí éstos se suceden en el más inaudito secretismo, cuanto que ya es tradicional que las pugnas se resuelvan en la repartición de prebendas y la suscripción de compromisos que prometen renovación y transparencia.
   El país no sabe de sus registros y procedimientos electorales, salvo cuando trascienden las prácticas del acarreo de votantes, la desaparición de sufragios y el arreglo final mediante pactos celebrados entre cuatro paredes. De esta forma es que la burocracia sindical de la CUT vuelve a urdir sus comicios internos de agosto próximo, donde lo más seguro es que aquellos que todavía creen posible corregir “desde dentro” a las instituciones descompuestas vuelvan a sufrir una nueva y dramática decepción.
   Después de tantos años en lo mismo, es preciso dejar morir a las instituciones arcaicas y proponerse nuevos referentes y propósitos. Que busquen, por cierto, una afiliación sindical masiva y un nuevo pacto laboral destinado a consolidar movilización social, negociación colectiva, salarios dignos, previsión segura, así como la recuperación para Chile de nuestros recursos naturales y empresas productivas y estratégicas. Que ponga a los trabajadores a la vanguardia de aquellas organizaciones sociales que le han dicho BASTA al régimen político y económico que nos rige, y suman esfuerzo por hermanar a Chile con aquellos procesos destinados a recuperar soberanía nacional, impedir la concentración de la riqueza e imponer equidad social.

Juan Pablo Cárdenas.
[www.radio.uchile.cl]

lunes, 30 de abril de 2012

Saludos en este 1º de mayo.


Compañeras y compañeros de trabajo y de lucha.

En este 1º de mayo, fecha histórica que funde tanto sacrificio de tantas personas, por mejorar nuestras vidas y las de nuestras familias,
enviamos el mejor deseo de buenaventura.

 Por avanzar en Justicia social
 y en el reconocimiento de nuestra Dignidad.
San Antonio y Valparaíso, 1º de mayo de 2012.

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